
Sin embargo, a parte de éste hecho, nos encontramos con otro problema, el cual es aún más importante. Al tener mayor
acogida éste tipo de servicios en personas jóvenes, el desconocimiento del lenguaje es palpable. Grandes fallos gramaticales como "ola", "avlamos", "balla"...
Son tan usuales que nuestros ojos acaban acostumbrándose a ellos. Un buen método para aprender cómo escribir correctamente, es leyendo libros de texto. Tu mente se acondiciona al tipo de escritura, y a la hora de realizar cualquier tipo de composición, la mayoría de reglas ortográficas acaban conociéndose por puro innatismo.

De adquirir una postura crítica, podríamos decir que éstas nuevas aplicaciones están dañando gravemente la cultura de nuestro país, haciendo aún más dificil si cabe su corrección. Porque la realidad es que todos tenemos un método propio a la hora de realizar cualquier composición, así como una serie de pautas a seguir. La ortogafría sigue el mismo camino. Nace del acondicionamiento y la práctica, no de la teoría. Y la práctica actual, es la horrorgrafía.
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