5 de diciembre de 2013

Vivimos en un mundo extraordinario.

Éstos últimos años, la marca Aquarius se ha caracterizado por tener una propaganda de marketing muy especial. En primera instancia, decidieron mostrar a un pueblo alegre y lleno de vida ajeno a todos los problemas sociales que actualmente nos afectan a todos, intentando esperanzar así a la población. Más tarde, se centraron en poner en alza a la misma humanidad, mostrándonos como "extraordinarios".

Sin embargo, su última propuesta es aún más atrevida. En un momento en el que lo único que se da a conocer de los políticos son sus malversaciones y los casos de corrupción en los que se ven envueltos, buscan a entidades públicas que sean ejemplos a seguir, para seguir así con su mensaje esperanzador.


La fe que parece demostrar ésta marca es impasible. Quizás sólo se trate de una estrategia de marketing, o quizás realmente quieran buscar un resquicio de esperanza en una sociedad que actualmente está siendo destruida desde sus cimientos. Sea como sea, la imagen de los políticos está tan dañada que poco pueden hacer por ellos. Aunque, eso sí, el intento seguro queda como recuerdo.

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